mayo 11, 2024

Cuautla, Mor. (3 de agosto). – Derivado de los hechos ocurridos, en los cuales Dulce “N”, víctima de violencia vicaria y feminicidio, quien desapareció la semana pasada cuando salió de su domicilio en Cuautla, Morelos, siendo encontrada sin vida con posterioridad en el Estado de México, manifiesto lo siguiente:

Primero. Con profundo dolor y tristeza le doy por este medio mi pésame a las y los familiares; asimismo envío mis condolencias a sus compañeras víctimas y activistas que luchan todos los días contra esta violencia.

Segundo.Es importante reconocer que en esta sociedad patriarcal, las mujeres madres nos enfrentamos a muchas formas de violencia y dependemos de nuestras redes de apoyo y recursos propios para poder salir adelante.

Pese a todos los esfuerzos que se han hecho en los últimos años desde los movimientos feministas para transformar las instituciones, aún falta mucho para que la vida de las mujeres esté libre de violencia. Desgraciadamente, eso genera que muchas mujeres tengan que hacer frente a la violencia desde condiciones inciertas, precarias, frente a un sistema que no atiende suficientemente sus necesidades y demandas. El caso de Dulce “N” es profundamente doloroso y encarna las múltiples manifestaciones de violencia y desigualdad que las mujeres viven, vivimos.

Ahora su hijo se encuentra en mayor estado de vulnerabilidad, ya que, de acuerdo a la información difundida en medios, es posible que él se encuentre en una situación de riesgo. El interés superior de la niñez no sólo es un mandato legal, sino un principio que permite salvaguardar la vida y el bienestar de las niñas, niños y adolescentes. El Estado no puede volver a fallarle al hijo de Dulce. Es necesario que se tomen todas las medidas necesarias y suficientes para garantizar que él no será expuesto a más violencia, que no será revictimizado ni colocado en una situación de riesgo.

Por lo anterior, y como presidenta de la Comisión de Seguridad Pública y Protección Civil del Congreso del Estado de Morelos, hago un llamado a la Fiscalía General del Estado de Morelos para que sume esfuerzos con su homóloga en el Estado de México y se investigue el caso de Dulce “N”, que su familia pueda acceder a la justicia y a medidas de reparación, la justicia no puede esperar.

Asimismo, hago un llamado al Poder Ejecutivo del Estado de Morelos, para que se implementen acciones efectivas para prevenir, atender, sancionar, reparar y eliminar la violencia contra las mujeres, que se cumpla de manera expedita con las medidas contempladas en la Alerta de Violencia de Género contra las mujeres y que se evalúe la reducción de crímenes con referencia a lo ya implementado, para identificar cómo prevenir mejor. Estas medidas deben garantizar, además, la no repetición y evitar la revictimización de las mujeres. Necesitamos sumar esfuerzos para que Morelos sea un territorio de paz principalmente para las mujeres.

Desafortunadamente Morelos ha encabezado la tasa de feminicidios a nivel nacional, que es la más grave de las formas de violencia contra las mujeres y el resultado de múltiples violencias de género, siendo Cuautla uno de los municipios más afectados. No podemos permitir que las mujeres que viven y transitan en Morelos lo hagan con miedo, en condiciones de vulnerabilidad, ni que se siga revictimizando a las mujeres. Por ello, comparto la exigencia de las madres víctimas de violencia vicaria, para que ya se publiquen las reformas que penalizan esta forma de violencia en el Periódico Oficial, mismas que fueron aprobadas en el pasado proceso legislativo.

Necesitamos avanzar de manera conjunta para darle certeza jurídica a las víctimas de violencia vicaria y, sobre todo, para garantizar que esas mujeres, sus hijas e hijos vivan una vida libre de violencia.

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