noviembre 14, 2024

*Liu León relata las golpizas que el medio hermano del gobernador de Morelos le propinaba.

Por Jaime Luis Brito

Cuernavaca, Mor. (13 de diciembre). – De acuerdo con información de Proceso, Ulises Bravo Molina, quien es medio hermano del gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo, y actualmente está comisionado como dirigente de Morena en el estado, aunque está impedido por el tribunal electoral federal. Además es padre de una menor de 11 años y expareja sentimental de una mujer que lo ha denunciado en las fiscalías de la Ciudad de México y Morelos por violencia doméstica, violencia de género, amenazas y ahora por ser deudor alimentario.

Las denuncias contra Bravo Molina fueron presentadas en octubre último. El 24 de julio pasado Liu León Luna sufrió la última de una serie de golpizas, vejaciones, amenazas e “intentos de feminicidio” que, denuncia la víctima, padeció con el medio hermano del gobernador morelense en al menos 11 años de relación.

La gota que derramó el vaso fue que esa noche de julio último, de la nada, él comenzó a pelear en la casa donde ella y su hija habitan, y ahí –agrega al denunciante– la golpeó frente a la menor de edad.

De acuerdo con la víctima, tomó tiempo la integración de pruebas para las denuncias, pero expone que contra su agresor existen testigos que la vieron con los moretones y heridas; también hay fotografías, videos y audios de las agresiones.

Se trata de un corpus de pruebas que poco a poco se han ido presentando ante la Fiscalía de Morelos, donde la carpeta de investigación avanza más rápido en comparación con la de la Ciudad de México, agrega.

En entrevista con Proceso, León Luna habla de su relación con el también exdelegado suplente en Coyoacán, sobre dónde se conocieron, cómo fue escalando la violencia en la relación y cómo el medio hermano de su agresor, el gobernador Cuauhtémoc Blanco, ha sido testigo de los maltratos.

Liu dice que el medio hermano del mandatario estatal “con el tiempo se volvió más agresivo. Como que se empoderaba con el alcohol”.

La primera golpiza que recibió, cuenta la denunciante, fue un día que estaban con amigos de ambos. Recuerda que su expareja, alcoholizado, de la nada comenzó a maltratarla y luego a golpearla. Sorprendida y confundida, ella asegura que no supo qué hacer. Sus amigos simplemente intentaron calmarlo, pero no hicieron nada más.

Al día siguiente, Ulises Bravo la buscó, le lloró, le dio flores, la llevó a comer, le imploró y le dijo que había sido el alcohol, que no volvería a pasar, narra la mujer.

También aclara que en ese entonces decidió continuar con la relación “porque era bonita, porque lo quería”. Pero el ciclo de la violencia se instaló en su vida, “pasaban días buenos y luego otros muy malos en los que la presencia del alcohol lo convertían en un violentador”, agrega la mujer.

A lo largo de la entrevista, Liu león Luna asegura que, por suerte, “no me mató”, pues dice que hubo momentos en los que parecía querer asesinarla.

Bravo Molina, continúa su expareja, tiene antros en la Ciudad de México. Recuerda cómo en uno de ellos, en Coyoacán, un día salieron de ahí tomados y él comenzó a golpearla en la calle. La golpeaba con los puños, “como si fuera boxeador”. Y en el suelo la pateaba.

Esa noche, de pronto, un hombre pasó a un lado y sorprendido por la golpiza le preguntó a ella: “¿Estás bien?”. Ella, apenada, adolorida, sin saber qué hacer, le respondió “sí, todo bien”. Y Bravo Molina intentó golpearla de nuevo.

El hombre volvió a preguntarle: “¿Estás bien, mi amor?” Y fue entonces cuando Ulises intervino: “¡Es mi esposa, no le digas mi amor!” Entonces, el hombre comenzó a golpear al hoy dirigente de Morena en Morelos.

La persona que intervino le dio una golpiza a Bravo Molina y le rompió la nariz, relata León Luna.

Otro de los hechos violentos del medio hermano del gobernador contra la denunciante ocurrió en Casa Morelos, en enero de 2021. De acuerdo con el testimonio de la víctima, la agresión ocurrió durante el cumpleaños del futbolista en retiro y gobernador.

“Esa noche yo le encontré un mensaje de infidelidad a él y le quité el teléfono. Entonces, no sé si tú has entrado, que está como que el portón, que están los guardias, ¿no?, la caseta… En esa casetita me agarró a golpes, me rompió la ropa. Estaba la mamá (de él), la mamá no lo podía quitar. Más bien nadie. O sea, la mamá nomás le decía que por favor… La señora qué puede hacer, la señora es una persona ya grande. El papá, o sea bueno, la pareja de su mamá, igual de la misma manera, no podían hacer nada.

“Una prima no se podía meter tampoco. Y pues los escoltas, así como… Hasta que ya me soltó porque me rompió la ropa y Cuauhtémoc Blanco me dijo: ‘Sabes qué, vámonos, te vas a ir a dormir a mi casa’. Yo todavía no vivía acá (en Cuernavaca). ‘Vente, te duermes con mis hijos y ya, párenle a su relajo, yo mañana habló con él, y esto no puede seguir, no te puede estar agrediendo de esta manera”.

Publicado en Proceso.

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