
Ciudad de México. (21 de mayo). – Todos los días, la señora Carmen pasa por Calzada de Tlalpan rumbo a su trabajo, pero este martes, antes de las 7:30 de la mañana, al salir del paso a desnivel del Metro Xola, se encontró con una persona tirada en el suelo y mucha gente reunida a su alrededor. Se trataba de José Muñoz, asesor del Gobierno de la Ciudad de México, quien fue asesinado junto con Ximena Guzmán, secretaria particular de la jefa de Gobierno, Clara Brugada.
“Veo a la persona tirada, estaba entre la calle y el filo de la banqueta. Todos gritaban: ‘le tiraron, le tiraron’”. La señora recuerda que vio al hombre todavía moverse y gritó: “¿por qué nadie lo ayuda?”.
La señora Carmen se acercó a José Muñoz y le dijo “¡aguanta, amigo!”. Pero las ambulancias no llegaban. “Me acerqué a él. Le entró una bala por la frente”, narra, consternada por lo sucedido.
Comerciantes de la zona cuentan que no escucharon los disparos, pues a esa hora la avenida está ya muy transitada, el Metro recorre las vías, y hay mucho ruido. Pero una de ellas corrió hacia la esquina y comenzó a dar aviso de que había una persona en el piso con mucha sangre a su alrededor.
“No había patrullaje, tardaron en llegar unos 10, 20 minutos. No es lógico. Nada es lógico. Él salió de la camioneta, cuando la mataron a ella, y es cuando, dicen, dicen, yo ya no lo vi, que la moto giró y se fue sobre la calle, detrás de él”, cuenta una trabajadora independiente.
Una persona vio que el tirador, en una moto, huyó por la calle contigua, llamada Napoleón. Luego comenzaron a llegar las patrullas.
“¿Alguien vio?, ¿alguien vio?”, preguntaron los uniformados.
Poco a poco, el despliegue policial fue en aumento: llegaron el Ejército, la Marina, la Guardia Nacional y peritos forenses, quienes se apoderaron del lugar y acordonaron la escena del crimen.
Seis disparos quedaron incrustados en el parabrisas del Audi que conducía la servidora pública Ximena Guzmán. La mataron en plena luz del día y sobre una de las avenidas más transitadas de la ciudad. Seis casquillos quedaron regados por el suelo.
Disparos en el cristal del auto de Ximena Guzmán, servidora pública asesinada este martes
Mientras ocurría el asesinato de los dos colaboradores cercanos de Clara Brugada, las autoridades federales presumían resultados en materia de seguridad en la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Omar García Harfuch, secretario de Seguridad, fue informado del ataque mientras se encontraba sentado en el salón Tesorería en Palacio Nacional.
Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, daba su informe semanal, cuando García Harfuch comenzó a enviar mensajes vía celular y hacer señas a otros integrantes del equipo de la presidenta. La tensión fue evidente. Tras varios minutos, se acercó a Sheinbaum para informarle del ataque.
