René Vega Giles
Cuernavaca, Mor. (5 de octubre). – A dos años del asesinato de la diputada Gabriela Marín Sánchez el silencio del fiscal General del Estado, Uriel Carmona Gándara, siguen paradas las investigaciones y en la impunidad, a pesar que el jefe del ministerio público afirmó que fue producto de la pugna por la curul.
La curul de sangre que posteriormente ocupó Margui del Rayo (esposa del exdiputado Roberto Yáñez Moreno) quedó marcada como parte en la histórica de la Quincuagésima Quinta Legislatura local, quien en la placa del recuerdo fue borrado el nombre de Gabriela Marín Sánchez.
En dos años de presuntas investigaciones sobre los asesinos de la diputada Gabriela Marín Sánchez solo hubo un detenido, por el presunto robo del bolso de la legisladora; hoy, está libre y sin que haya indagatorias serías sobre el hurto del teléfono móvil.
El fiscal Uriel Carmona Gándara sabe quiénes son los asesinos intelectuales y materiales de Gabriela Marín, alguna ocasión en entrevista con el reportero comento: «su homicidio fue por la pelea de la curul».
Ahí tácitamente dio los nombres de quienes mandaron asesinar a la diputada, pero «por la secrecía de las investigaciones» el fiscal Uriel Carmona Gándara sepultó el caso en las oficinas de la institución.
Y eso forma parte de todo un expediente armado contra el hijo de Uriel Carmona y Marinela Gándara, que desde la Presidencia de la República no solo logrará su destitución, sino regresar a la cárcel al jefe del ministerio público morelense.